En Chile, una problemática importante, que ha acaparado el esfuerzo del Estado y de muchas instituciones para disminuir y en un futuro erradicar, es la Pobreza, que no sólo se traduce en aquella población que no logra un ingreso per cápita para sustentar sus necesidades básicas, sino también, trae consigo ciertas condiciones sociales que imposibilita el desarrollo integral de una persona. Si bien de acuerdo a las últimas cifras y la actualización en la forma de medir la condición de pobreza, indica que ha disminuido en relación a 10 o 20 años atrás, lo cierto es que aún es manifiesta, sobre todo en sectores marginales de las ciudades y en sectores rurales.
Sin duda, una de las dificultades que tienen las familias en situación de pobreza es la crianza de sus hijos e hijas, donde proporcionar alimentación, salud, educación, vestuario, cariño y valores es tremendamente complejo y se convierte en la piedra de tope al momento de crear estrategias para superar esa situación.
De esta manera el Estado ha pasado a cumplir un rol importantísimo al entregar alimentación, salud, educación y ciertos beneficios, que si bien, son muy necesarios para las familias, no es menos cierto que es insuficiente, puesto que no basta con otorgar elementos materiales, si estos no van acompañados de instancias de crecimiento personal, de desarrollo de actitudes y valores, de recreación sana y educativa y de espacios protectores – promotores, de habilitación de capacidades, que contribuyan al desarrollo integral de las familias y por ende, los niños y niñas de estas, los que pueden mermar ciertas condiciones que permitan romper el círculo de la pobreza minimizando así algunas nefastas consecuencias.
De esta manera, nuestro proyecto permitirá crear un espacio e instancia que permita la sana recreación, con una fuerte carga valórica y educativa que pueda propiciar un pequeño cambio positivo en cada participante de manera que puedan desarrollar habilidades, actitudes, conductas sociales y conocimiento en un ambiente de respeto, de cariño, de convivencia.
La metodología utilizada para desarrollar este proyecto se basa en la Convención Internacional de los Derechos de los Niños, puesto que se considera a los niños y niñas participantes, como sujetos de derechos, como actores principales de su propio desarrollo, abarcando un amplio espectro de posibilidades programáticas, valóricas, de desarrollo personal y de vida en
comunidad (equipo).
En relación a los participantes de Campamentos Escolares 2009, estos provienen de familias con grandes carencias materiales y en muchos casos también, carencias educativas, valóricas, afectivas y formativas, lo que quizás es lo más complejo de trabajar, pero sin duda, lo más recompensante para los voluntarios y voluntarias asistentes.Algunos provienen de Escuelas Municipales, otros de Familias Puente y otros de Instituciones relacionadas con los derechos vulnerados de los niños y niñas, por lo que la mayoría de éstos presentan altos índices de vulnerabilidad social y en todas ellas están manifiestas, aunque de diferentes maneras y magnitudes, una serie de situaciones problemáticas asociadas a esta vulnerabilidad, tales como: el consumo de drogas y alcohol, maltrato infantil, abandono, situación de calle, problemas conductuales, trabajo infantil (remunerado o no), padres en cesantía o bajas remuneraciones, en definitiva una baja calidad de vida, lo que conlleva una nula posibilidad de vacacionar y una vida llena de carencias y falta de oportunidades, donde lo único que les permite mejorar en parte, esa calidad de vida es precisamente, estos Campamentos Escolares.
